Historiador, escritor y político venezolano, uno de los
principales divulgadores del positivismo en su país. Adscrito a la
llamada escuela positivista venezolana, su obra presenta rasgos que la
distinguen por su voluntad de incorporar diferentes corrientes de
pensamiento: evolucionismo, darwinismo y liberalismo.
Hizo
sus primeros estudios en el colegio La Concordia, de El Tocuyo, pueblo
próximo a su ciudad natal, y se doctoró en Derecho en la Universidad de
Caracas en 1885, con la tesis El consumo se limita con la producción.
Fue miembro fundador, en 1882, de la Sociedad de Amigos del Saber,
institución que congregó a los adeptos venezolanos de la filosofía
comtiana.
Durante once años fue representante
diplomático de su país en Inglaterra, Francia, Suiza y Alemania. En esta
primera etapa publicó las novelas Julián (1888), ¿Idilio? (1892) y Pasiones (1892); reunió sus crónicas literarias en El humo de mi pipa (1891), y escribió los tratados Filosofía constitucional (1890), donde elabora una reflexión evolucionista de las formas de gobierno y los poderes, y Filosofía penal
(1891), donde aborda los asuntos penalistas desde los postulados de la
escuela criminológica italiana de Lombroso y Ferri. En sus novelas, en
las que puede verse la influencia del Stendhal de El rojo y el negro, del naturalismo de E. Zola y el psicologismo de Paul Bourget, escenificó el conflicto entre impulsividad y racionalidad.
